Hipnotizado por la banalidad diaria,
veo imágenes que no encuentran lugar en mi cabeza
y quedan condenadas a vagar por mi mirada muerta.
Es un viaje; un momento, lo sé,
pero que extraña trivialidad
me lleva a lo profundo de mis pensamientos.
Me sumergo en mi mundo, mi cueva, mi lugar,
Me sumergo en mi mundo, mi cueva, mi lugar,
adonde solo yo hablo y las voces de mi conciencia callan,
como el caudaloso río que momentáneamente
se ve detenido por una represa.
En ese momento en el que el mundo grita desenfrenádamente,
En ese momento en el que el mundo grita desenfrenádamente,
por un instante mi cabeza encuentra el silencio.
descubro mi paz y mi tranquilidad...
descanso en ellas...
suspiro...
Se acabó, lugar de destino, de vuelta a la vida real.
17/09/03